Super exquisita. Mega delicada. Es un manjar la peli. Soberbias Actuaciones. Gran laburo de Dirección. Bellísima Fotografía. Hermoso laburo de Dirección de arte. Muy buena la historia. En síntesis, la peli sería algo así como una repostería o confitería vintage, por lo delicioso del producto, por la femineidad de su lenguaje y porque la peli, en escencia, es eso: REPOSTERIA VINTAGE.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 8 de febrero de 2016 a las 13:10 hs)
Me ha encantado mucho esta peli, quiero que lo sepan. No me esperaba que me fascinara tanto, pero de entrada ya nació el amor. Ese inicio, por Diosssss! Es impresionante adonde te lleva la cámara. Su relato visual es muy salvaje y bello como lo es su historia en sí (Maestrísimo Emmanuel Lubezki, mi DF favorito de la vida). La brillantez técnica de las Actuaciones, la Fotografía, el Arte, el Maquillaje, el Sonido y, por sobre todo, la Dirección, nos llevan muy fácilmente al éxtasis sensorial, ya sea visual o sonoro y también emocional. Super simple es la trama. Sería otra historia más de venganza, pero los detalles y el contexto histórico son los que hacen la película. Y las actuaciones, obvio, cosa que no es rara en una película de Iñarritu, que es un director que se destaca por su énfasis en la dirección actoral. Leo está impecable, como siempre. Pero no ofrece algo que ya no hayamos visto antes. De igual manera, por más que haga de él mismo, pega hacer este viaje con él y acompañarlo hasta el final. Hacer un personaje así no es moco de pavo y él es un genio a la hora de sostener un protagónico. Y en esta peli lo vemos más que nunca en una interpretación super física, sacrificada y entregada, lo que también indica que detrás de todo hubo un director muy exigente, muy apasionado y muy seguro de lo que quería contar. Leo es, sin dudas, el mejor actor de su generación y se merece el Oscar desde que lo nominaron por A quién ama Gilbert Grape. Tom Hardy está genial, así como todo el elenco. Y, algo muy hermoso, es el mensaje que se lee muy sutilmente en todas las escenas: el rescate, la igualdad y el respeto hacia los pueblos aborígenes, los únicos y verdaderos primeros habitantes de todas las civilizaciones de este planeta. THE REVENANT, recomendadísima. Me pone feliz que Leo por fin gane el Oscar a Mejor Actor por su trabajo en una peli que estuvo dirigida por un latino. Aquel hallo es este detalle, por más que esté invisible, como todos los grandes detalles de la vida.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 17 de febrero de 2016 a las 15:51 hs.)
Quedé maravillada con esta peli, para mi gran sorpresa. Maravillada, deslumbrada, anonadada. Cuando leí el nombre de MAD MAX: FURY ROAD entre las pelis nominadas a Mejor Película, y debido a ciertos pre conceptos y pre juzgamientos míos con respecto al cine comercial, quería saber qué estaba haciendo ahí, por qué la nominaron, qué ofrecía esta peli de interesante para estar candidata en semejante categoría. Pero todo el poderío impactante de su obra me tapó la boca y me dejó mega #mudis. A juzgar por su lenguaje adrenalínico y el ritmo infernal del filme, que casi no nos deja respirar, podríamos asegurar que la peli está dirigida por un pendejo de 25 años, no por un señor mayor de 70. Y es justamente esa proeza la joya más preciada de esta peli: el magistral trabajo de Dirección, que se sostiene no tanto en la complejidad del guión ni en la dirección actoral, sino en una apoteósica puesta en escena, hermosamente coral, estéticamente teatral, escencialmente griega, gloriosamente épica, musicalmente operística, y hasta con toques de una Road Movie, por momentos. No busca ser reflexiva, ni conmovedora, pero de igual manera nos hace reflexionar y nos conmueve. El trabajo impecable de la Dirección de Arte así como la maravillosa Fotografía, el genial laburo de Vestuario y Maquillaje y lo imponente del sonido y los efectos visuales son una trompada cinematográfica de superlatividad. El melancólico desierto en un clima post apocalíptico y futurista, con exceso de fuego y falta de agua, son algunos detalles visuales que hacen que nos preguntemos a cuánto tiempo estamos de vivir esa realidad, en un mundo dominado por los desastres climáticos y las catástrofes ambientales. Si bien las anteriores pelis de la saga Mad Max eran bastante machistas en su esencia, esta entrega es bastante feminista. Y esa decisión, pese a que estamos en el 2016, es de lo más valiente, ya que se trata de una obra filmica que representa un ícono para el Cine de Acción y Aventuras, géneros casi siempre dominados por autores, narradores e intérpretes masculinos. Como en la mitología nórdica y en la mitología griega, aquí las mujeres representan la fertilidad, la fecundidad y la fuerza arrolladora que mantiene la supervivencia en un mundo lleno de violencia e injusticia, que no deja ni permite ninguna oportunidad al amor. El elenco está super y Tom Hardy está bien, pero se encuentra muy lejos del nivel de excelencia actoral que nos brindó en The Revenant. Esta vez, toda la carga dramática recae sobre Charlize Theron, deslumbrante, intensa, sobria y sensitiva. Charlize es Furiosa, una heroína griega con todas las letras, en busca de redención, de salvación y de la verde y esperanzadora tierra prometida. La Imperatora Furiosa es el alma mater de la historia y la actuación de Charlize es un manjar para la cámara y para el universo de la actuación. Hasta ahora no entiendo por qué no la nominaron a Mejor Actriz Principal. De igual manera, el que debería ganar sí o sí el Oscar por esta peli es el Director, George Miller, australiano y avant garde de pura cepa. Sería extremadamente justo y necesario premiar a un Director tan innovador y tan versátil, responsable de títulos tan variados como las tres primeras Mad Max, Las Brujas de Eastwick, El aceite de Lorenzo, Babe el chanchito valiente y Happy Feet. Mad Max: Fury Road no es una obra de autor pero cumple de manera magistral el propósito de toda obra cinematográfica que se basa en el entretenimiento puro. El cine es arte, el cine es cultura, pero, por sobre todo, el cine también es entretenimiento. Siempre.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 18 de febrero a las 11:14 hs.)
Amé, amé, amé, amé, amé, amé con todo mi ser esta peli. Me hizo quemar bulbos. Me llegó hasta la médula. Me tocó el alma. Fue un viaje hermosísimo, muy doloroso y terrible por momentos, pero sumamente intenso, optimista, tierno y mágico, como lo es la vida misma. Definitivamente, es mi peli favorita del 2015 (así como en el 2014 fue Only Lovers Left Alive de Jim Jarmusch y en el 2013 fue Spring Breakers de Harmony Korine). Obviamente, también es mi película favorita de todas las pelis nominadas este año al Oscar a Mejor Película. La vi anoche y todavía no puedo salir del universo de esta obra maestra del cine contemporáneo. Es que éste es el tipo de pelis que me encantaría hacer como actriz, como guionista, como directora o como productora. Es éste el tipo de cine que me conecta e inspira. ROOM es una peli chiquita, casi minúscula e invisible, de bajo presupuesto, super independiente, con un guión de hierro, con una historia desgarradora, con una dirección impecable y visionaria y unas actuaciones para levantar monumentos. ROOM representa al tipo de obras que me mueven como espectadora, como cinéfila, como artista. ROOM es el tipo de pelis que hace que yo cada vez ame más al cine y quiera vivir de esto, materializando mi gran pasión por el séptimo arte desde la actuación, la escritura o la dirección. La peli está basada en una novela escrita por Emma Donoghue, quien también fue la encargada de escribir el guión. No voy a dar detalles de la historia. Sólo me limitaré a decir que la película habla del encierro (tanto interior como exterior), habla de la inmensidad del mundo y sus lugares y espacios, habla de la adaptación, habla de la luz y la oscuridad, de la madurez e inmadurez, de la dependencia e independencia, del apego y desapego, de la fantasía y la realidad, del amor y desamor, de la culpa y la frustración y del triunfo del espíritu humano. Los protagonistas principales de la historia son una madre joven de 24 años y su hijo de 5. La relación entre madre e hijo es el eje central de la película y las actuaciones de ambos son la espina dorsal de la obra. Definitivamente, Brie Larson (quien hace de la mamá) merece absolutamente todos los galardones que ya viene cosechando en esta temporada de Premios y se merece, con toda justicia, el Oscar a Mejor Actriz Principal. Su trabajo interpretativo es simplemente magistral. Lo que me cuesta entender, y de verdad no lo puedo creer, es por qué no está nominado el nene, Jacob Tremblay, ya que su actuación es todo y él es la peli. Su trabajo es una lección de actuación. Los mejores actores del mundo son los niños (y las personas mayores) y la interpretación de éste, en particular, es descomunal. Merecía estar nominado por lo menos a Mejor Actor Secundario, aunque lo correcto hubiese sido nominarlo a Mejor Actor Principal. Pero bueno. Tal vez si lo nominaban, se corría el riesgo de que Di Caprio o Rocky vayan a sus casas con las manos vacías y la Academia ya está con muchos bardos por el conflicto con los grones y este año ya no quieren postergarle su Oscar a Leo. A lo mejor, también se sienten un poco culpables por tantos memes circulando por ahí. De igual manera, a Jacob Tremblay, quien ahora tiene 9 años y es canadiense, le espera un futuro más que prometedor como actor. La dirección del irlandés Lenny Abrahamson, cuya peli anterior es Frank (sí, esa comedia negra genial en la cual Michael Fassbender se oculta la cabeza con un disfraz de muñeco), es una maestría. La Fotografía, el Arte, la Edición, el Sonido, la Música generan un clima cinematográfico tan arrobador, tan frío en algunos momentos, tan cálido en otros y, por sobre todo, tan conmovedor y precioso. Y la dirección actoral es impresionante, simplemente estupenda. Todo el elenco (en el cual también figuran los grossísimos Joan Allen y William H. Macy) brilla con luz propia en este tesoro escondido que es ROOM, una película que merece arrasar en la noche de los Oscar pero que, lastimosamente, no tiene ninguna posibilidad de ganar en las categorías principales. De igual manera ya tiene asegurada su estatuilla a Mejor Actriz y el hecho de que la hayan nominado a Mejor Película y Mejor Director, ya es todo un logro. Ni a Star Wars Episodio 7 la nominaron a Mejor Película, pese a que merecía estar ahí, entre las mejores del año. Altamente recomendada, sin desperdicios de comienzo a fin, con premios o sin premios, ROOM es el tipo de pelis que igual triunfan, tanto en el cine, como en la industria y también en la vida. Como toda gran obra de arte.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 19 de febrero de 2016 a las 14:05 hs.)
Definitivamente no es la mejor película de nuestro amiguis Tarantino. Definitivamente esta obra está muy lejos (tanto en la dirección como en el guión) de todas las anteriores. Definitivamente esta peli no es para todo público. Pero también hay algo definitivo: sea de menor calidad o no, sea cual sea la historia, sea cual sea el elenco, sea cual sea su momento interno, siempre es un placer disfrutar de un filme de Quentin Tarantino. Siempre da gusto y nos hallamos. Una peli de Tarantino representa un viaje divertido y desopilante, lleno de cinefilia, lleno de Cultura Pop, colmado de homenajes y autohomenajes, de referencias y autoreferencias, en donde siempre encontramos situaciones delirantes y personajes entrañables que nos conectan, nos hacen reír y, por qué no, reflexionar. Con THE HATEFUL EIGHT, el placer se saborea de una manera especial para los cinéfilos de pura cepa, los amantes del cine clásico y, muy especificamente, para los apasionados del Spaguetti Western ya que THE HATEFUL EIGHT es un hermoso homenaje a este género, tan amado y venerado por Tarantino, que se desprende del Western Clásico Americano, el único género puramente cinematográfico. Esta vez hay un guiño cómplice que Tarantino hace a toda la hermandad de la cinefilia y de la Tarantinophilia universal y este detalle es lo que justamente hace que el filme no resulte de fácil digestión para ese público amplio o diverso que se enamoró del cine de Tarantino gracias a Pulp Fiction, Kill Bill o Inglourious Basterds. La bellísima fotografía, los hermosos escenarios y paisajes en donde resalta la imagen poética y blanca extrema de la nieve, así como todo el perfecto trabajo de arte, de edición y de sonido, contribuyen en este merecido homenaje a un género que hoy día está prácticamente muerto y que sólo un romántico del cine y un nostálgico vintage como Tarantino lo puede hacer resucitar o por lo menos hacer el intento de revivirlo un flash. La peli homenajea al género en cuanto a su duración (casi 3 horas) y en cuanto a su carácter escencialmente misógino al tratarse de un tipo de películas exclusivamente para hombres (recordemos que los personajes femeninos no existen o no abundan en el western. Lo de Marlene Dietrich en De isla en isla, Los usurpadores, Forja de corazones o lo de Claudia Cardinale en Érase una vez en el oeste, son excepciones a la regla). Y el punto cómico, tanto farsesco y hasta grotesco, se plasma en este detalle de extrema autoburla y de denuncia hacia el machismo, el feminismo y también hacia el racismo. Los dialogos burlescos y las tomadas de pelo con respecto a estos temas hacen que de repente nos confundamos y hasta podemos llegar a sentir que estamos viendo una peli ambientada en estos días y no en 1870. En cuanto a historia, situaciones y diálogos, THE HATEFUL EIGHT tiene mucho de RESERVOIR DOGS, de INGLOURIOUS BASTERDS, de DJANGO y hasta de TRUE ROMANCE. Es un rejunte autoreferencial pero siempre innovador y de libre expresión, no sólo en estructura sino también en el uso de elementos, como el narrador que aparece de repente después de la primera mitad de la película. El trabajo actoral de todo el elenco y lo genial de su ensamble es una delicia. Y Jennifer Jason Leigh merece su nominación al Oscar. Sólo una actriz como ella aceptaría un papel así, tan jugado y tan valiente. Me encantaría tanto que gane la codiciada estatuilla, más que nada por lo que ella representa como actriz icónica y figura emblema del cine independiente. En esta peli, Jason Leigh se luce no haciendo nada pero haciendo todo. La música del MAESTRO Ennio Morricone merece una mención especial por lo gloriosa, por lo onírica y por lo suprema. La música no acompaña, sino que se vuelve un ente aparte que cobra vida anunciando, expresando, comunicando o aclimatando esta atmósfera sin igual. Lo más maravilloso de todo, es que la música es muy Tarantino y es muy Morricone. Tiene el sello de ambos y la simbiosis justa de contribución y colaboración artística que requiere esta unión de dos grandes del cine. Recordemos que Morricone es un gran referente del Spaguetti Western, responsable de la banda sonora original de El bueno, el malo y el feo y de Erase una vez en el oeste, entre otras. Si Tarantino decidió que Morricone hiciera la música, esta decisión tiene claramente un por qué: es para sellar mediante este "invisible" detalle su gran y total homenaje. Obviamente, Morricone debería ganar el Oscar, no sólo porque ya es hora sino porque también lo merece. Algo que sí también hay que mencionar es que si bien el ritmo de la peli también es un homenaje al western con los tiempos muertos, contemplativos y largos, hay una cuestión cansina y aletargada en su narración, que tal vez tiene que ver con el momento interno y personal de su realizador. Todos sabemos que Tarantino sólo filmará 10 pelis y luego se retiraría como director y justamente THE HATEFUL EIGHT se presenta, en los mismísimos créditos iniciales, como THE 8TH FILM FROM QUENTIN TARANTINO, anunciando de alguna manera que, en breve, después de las dos pelis que le quedan, ya se va. Estas ganas de querer retirarse y ese cansancio invisible, sin el entusiasmo narrativo y rítmico que siempre lo caracterizaron, pueden sentirse en este filme. Ya se sentía un poco en DJANGO UNCHAINED pero esta vez ya no se puede ocultar. Nuestro amiguis Tarantino está cansado y se quiere abrir, eso es muy palpable. Y justamente por ello habrá decidido hacer una obra que le genere una emocionalidad personal y una pasión muy propia de su universo cinéfilo, sin importar lo que opine el público o la industria. Y por eso se le ama: por ser tan ÉL siempre, pese al tiempo y por encima de todo.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 23 de febrero de 2016 a las 13:46 ).
A mí me encantó. Es simple pero contundente, no es pretenciosa, el argumento está fantástico, es jugada, atrapante, tiene un ritmo genial y técnicamente es muy digna. Tiene una fotografía lindis, una edición lindis, un vestuario sobrio y correcto y un genial y meticuloso trabajo de Dirección de Arte, ya que no es moco de pavo ambientar una peli en el 2001, un año que ya formaba parte de la era digital pero en donde aún había mucho de analógico (diarios impresos y no digitales, celulares startac y no smarphones, teléfonos de línea baja, escritura e investigación a mano y no mediante una compu con Internet, etc). De igual manera, el objetivo de la peli no es lucirse ni destacarse por su brillantez en los aspectos técnicos. La película se sostiene en sus dos pilares fundamentales que son el guión magistral y el estupendo elenco, cuyo ensamble es una gloria. Todo el elenco se luce y triunfa y hasta creo que Liev Schreiber también merecía una nominacion a Actor de reparto. El director de la peli, Thomas McCarthy, quien además de haber escrito el espectacular guión se destaca también por ser un mega director de actores. Sin dudas, es la gran favorita para este domingo y tiene a su favor a toda la crítica internacional. Es muy difícil que seas un periodista o comunicador y no te conectes con SPOTLIGHT. Su mayor virtud está en el factor de la invisibilidad de su grandeza (qué mucho usé la palabra invisible en toda esta temporada de premiaciones, jaja). La invisibilidad de la maestría que, en SPOTLIGHT, está en no hacerse sentir.
(Publicado en mi perfil de Facebook el 26 de febrero de 2016 a las 12:14 hs.)
